Llenar una sala como la Joy Eslava de Madrid no lo hace cualquier grupo. Sólo unos cuántos privilegiados han podido comprobar en sus carnes lo que es ver a 1000 personas saltar, bailar, sonreír y cantar hasta perder la voz. La Habitación Roja son unos pocos de esos elegidos que lo han podido degustar, les respaldan 20 años de canciones y de tablas sobre los escenarios. Y la noche del 31 de marzo fue su momento. El pistoletazo de salida para presentar su nuevo trabajo, Sagrado Corazón. Desde la primera canción hasta la última. Enterito.
Ellos mismos confesaron que nunca habían tocado todo un disco entero en directo, pero que se les
había caído otra fecha prevista para hacerlo y habían decidido hacerlo así. Desde luego fue una propuesta arriesgada si tenemos en cuenta que el disco salía a la venta al día siguiente. Hay quién piensa que fue un concierto irregular por esta misma razón. Quitando You Gotta Be Cool, el público no se sabía las nuevas canciones. Celebradísimas fueron los grandes éxitos como Febrero, Voy a Hacerte Recordar, La Moneda en el Aire o Indestructibles. Pero lo cierto es que las canciones nuevas se sostienen en directo, que funcionan. Tienen la misma fuerza e intensidad. Melódicas y melancólicas.
Consiguieron que las casi 2 horas que duró el concierto fuesen para nosotros como a penas 10 minutos. Culpa de ello la tuvo La Deriva Continental,Volverás a Brillar o Nuestro Momento. Jorge Martí y los suyos se entregaron en cuerpo y alma para llevar en volandas a los cuarentones y veinteañeros que formaban la masa homogénea de saltos y coros. Aunque había dos personitas que destacaban entre todas, las dos hijas de Jorge que gracias al nuevo cambio de Ley de la Comunidad de Madrid pudieron ver a su padre enloquecer al público en todas las canciones pero sobretodo en Ayer. Momento que casi le vale una visita al hospital ya que le levantaron para que fuese ‘nadando’ entre el público de unos a otros y Jorge, confiado en sus fans se dejó llevar. Con tan mala suerte de que no todos le sujetaron y la caída fue tal que nos dolió a todos.