El día 2 de febrero todo fue jiji y jaja. Con miles de publicaciones sobre la marmota Phil, sobre cuánto iba a durar el invierno, y bla bla bla. Y es que el Día de la Marmota es una fiesta archiconocida en Estados Unidos, pintoresca, extravagante y totalmente desconocida en España de no ser por el otro Phil. El de la película, el que se queda atrapado en el tiempo. Pasamos también el resto de día con gifs y comentarios de lo bueno que es Bill Murray y la dichosa tonadilla de Sonny & Cher que se mete en la cabeza.
Hasta ahí todo bien, un día normal sin más. Aquella noche nos fuimos a dormir y todo parecía correcto, pero al día siguiente nuestro despertador sonó a las 6 de la mañana, como de costumbre, aunque para nuestra sorpresa el tono de la alarma era el I Got You Babe que se vuelve infernal para Phil Connors en la película. Volvía a ser 2 de febrero para nosotros también. No le dimos mucha importancia, como los lunes no existen estamos acostumbrados a las movidas espacio temporales raras. Nunca tenemos muy claro qué día es. Pero a la siguiente mañana volvió a pasar, y así sucesivamente, hasta hoy que hemos decidido sincerarnos con vosotros.
¿Estamos viviendo un déjà vu? ¿Nos están jugando una broma pesada de mal gusto? En todos los periódicos digitales siguen comentando que hoy es 2 de febrero, pero no, estamos seguros de que ayer antes de dormir tiramos a la basura esa hoja del calendario, aunque hoy sigue estando ahí puesta. Impoluta, lisa, como si no la hubiésemos arrugado con todas nuestras fuerzas la noche anterior antes de ir a dormir. No sabemos ya a ciencia cierta cuántos días llevamos en el 2 de febrero. Cada día nos despertamos con esa maldita canción y, qué queréis que os digamos, preferimos despertar de un largo letargo con la canción The Power of Love del inicio de Regreso al Futuro.
Desde luego hoy tampoco es 3 de febrero para nosotros, a estas horas del día aún la marmota Phil no ha salido a dar su veredicto para ver si el invierno dura 6 meses más o no, pero tal y como ha amanecido el día, por lo menos en España, parece que la primavera llegará pronto. O eso es lo que marca la tradición que tan bien ilustra la película Groundhog day de Harold Ramis, o Atrapado en el Tiempo como la conocemos en España. Protagonizada por Bill Murray y Andie MacDowell y que tiene un 7,4 de media en Filmaffinity. Es una película icónica de los 90, que acumula 28 años desde que se estrenó y que sigue siendo igual de divertida y metafísica que el primer día.
Phil Connors (Bill Muraray), un meteorólogo bastante arrogante y cansado de la vida, acude a Punxsutawney, donde se celebra la fiesta más popular, para ver de qué humor se despierta la marmota Phil ese día y retransmitirlo en directo para las noticias. La tradición dice que si al salir de la madriguera la marmota no ve su sombra por ser un día nublado, la abandonará y, por tanto, el invierno terminará pronto. De lo contrario, si es un día soleado y ve su sombra y vuelve al refugio de la madriguera significa que el invierno durará 6 meses más. Connors describe el evento con bastante hastío pese a que todo el mundo a su alrededor está entusiasmado. Cuando les toca volver a casa a él y a su equipo les sorprende la nieve y el temporal les obliga a regresar a la ciudad. Vamos, como si el temporal les hubiese pillado en la M30 de Madrid a principios de enero de este año.
Ahí empieza el particular calvario de Phil Connors, atrapado en el tiempo de forma eterna en el 2 de febrero. Igual que en la película, nosotros también estamos pasando por diferentes estados de ánimo, de euforia o de depresión. Nosotros no hemos intentado suicidarnos, pero nos emborrachamos prácticamente cada día y nos despertamos como una rosa. Podemos hacer lo que nos de la gana porque mañana volverá a empezar el mismo día y nada habrá ocurrido. En realidad, es como volver al mes de marzo de 2020, donde cada día parecía un Día de la Marmota: estamos aprendiendo inglés y francés, piano… el confinamiento tan duro que hemos sufrido nos ha hecho cambiar y estamos acostumbrados a las situaciones excepcionales. Nos autoanalizamos, nos hemos vuelto más empáticos, valoramos el tiempo del que disponemos para ver qué hacemos con él. Aunque también nos hemos pasado Netflix, Filmin, y el archivo de Radio Televisión Española, podemos hacer el próximo Cachitos con los ojos cerrados.
No podemos dejar sin comentar el genial capítulo Monday de la sexta temporada de Expediente X, aquí todos los días atracan un banco y al final Mulder descubre el pastel de que se está repitiendo el mismo día una y otra vez. Sentimos el spoiler, pero da igual, esto en unas horas se borrará y mañana volveremos a publicarlo. Eso si no estamos viendo cualquier serie; que, por cierto, hemos visto las once temporadas de nuestros agentes favoritos del FBI dentro de este maravilloso 2 de febrero. Pero entendednos, mola mucho repetir una y otra vez el mismo día, pero a veces necesitamos que llegue un Mulder que pueda ayudarnos. Parece una idea genial, ser eterno y vivir, vivir y vivir, pero piénsalo bien, ¿y si te quedas atrapado eternamente en un día de mierda?
Nos gustaba la idea del libre albedrío, pero después de esta tortura de día eterno, ¿significará que todo está programado y que cuando nos salimos del tiesto entramos en el bucle del día de la marmota hasta que demos el paso que estaba marcado en el guion para que el transcurso de las cosas siga su curso normal? Una pregunta extremadamente larga que no creemos que estemos capacitados para responder sin un par de cervezas por medio.
Después de autoanalizarnos bien, esperamos que lo que teníamos que haber hecho aquel 2 de febrero fuese publicar este artículo a tiempo y despertar así mañana en el 3 de febrero. O por el contrario hibernar hasta que podamos ir a un concierto como los de antaño.